miércoles, mayo 19, 2010

Fuerza Natural

Hace aproximadamente un año y algunos meses, leyendo el primer texto de la materia Psicología Social, una ficha sobre la historia de la disciplina, me encontré con un fragmento de un texto que me supo hacer ruido y que, cada tanto, recuerdo. Dice así:

Los fenómenos de masas eclipsan todas las características humanas individuales positivas. El ascenso de las masas coincide con la declinación de la civilización, ya que el alma colectiva, a través de la sugestión y el contagio, propende una conducta inconciente e irracional, de modo que los hombres sienten, piensan y actúan de un modo completamente distinto a como lo haría cada uno de ellos por separado. La masa se transforma así en una entidad psicológica distintiva e independiente de los miembros que la componen.
Gustav Le Bon, en La psychologie des foules, 1895 (Psicología de las Masas, 1896)


Llamó mi atención por el carácter universal del concepto, y lo aplicable que es a innumerable cantidad de fenómenos sociales. Obviamente que el autor no pensó en cosas tan básicas, chatas y particulares como las que se me están ocurriendo a mí.

¿En qué pienso?
En la rivalidad histórica planteada entre los seguidores de Soda Stereo, por un lado, y los de Sumo, Los Redondos, Divididos, Las Pelotas, La Renga, por el otro. En como, por haber sido durante muchos años asiduo concurrente a recitales de estas bandas (obviamente, por la mala suerte de haber nacido en el ‘85, no hablo de Sumo y, por desgracia, tampoco de Los Redondos, pero sí del resto de las del segundo grupo), muchas veces entoné, sin pensar, un cántico del que, con el tiempo, me arrepentí y dejé de compartir con la turba: el archiconocido “Luca no se murió, Luca no se murió… (ya saben quién debería morirse para aquellos a los que les gusta terminar la frase)”.

Es una animalada, de una violencia y desconsideración tremendas, el sostener esa idea. Pero el verdadero mea culpa, el realmente sentido, lo hice hace algunos años, cuando me digné a interiorizarme en la carrera de Soda y de Cerati como solista. Aclaro que hoy no los escucho. Gustavo A MÍ no me dice nada y ya se me pasó la fiebre del “Me verás volver” (que me duró poco). Me gusta otro estilo de hacer música, claramente. Me identifico con otras banderas y mensajes. Pero no puedo dejar de respetarlos muchísimo como figuras. Y, musicalmente, los admiro.

Todo esto viene a cuento de lo mal que la está pasando Cerati en Venezuela.
Y de que desde el momento en que me enteré, no pude dejar de escucharme entonar esa barbaridad.
A partir de ahí, me pregunté qué pensará el resto de la gente que lo sigue coreando. Si realmente pasan por ahí sus sentimientos, digo, individuales; o si son la sugestión, el contagio, la influencia, el alma colectiva que habla a través de ellos.

Por mi parte, deseo que se recupere pronto y bien.
Desde mi humilde lugar, van mis buenas vibras. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

me dejaste helada, mas allá de que tenés razón en el contagio masivo de una frase, creo que esto cala más profundo y más bajo, porque es como desearle algo a alguien "medio para hacerse el chistoso" y después que le pase eso a la persona y sentirte para la mierda...es decir, cuando algo de lo mal pensado se hace realidad...

Lo importante es no seguir a la masa porque si. En mi caso siempre me gustaron todas las bandas que nombraste, mucho mucho, y las que pude ir a ver las fui a ver, a la renga, dvd2 y soda...asi que cuando cantaban eso yo miraba como diciendo, están locos?

fuerza para cerati, gran talento y sensibilidad